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“¡Fuego rasante que el pueblo nos contempla!”

 

ALMIRANTE BROWN A 245 AÑOS DE SU NATALICIO

 

Por NORMA ROSA TORELLO *

 

La principal avenida del barrio porteño de La Boca lleva el nombre del Padre de Nuestra Marina de Guerra, el almirante irlandés que actuara con suma osadía siendo un verdadero genio estratégico en las distintas batallas que libró a favor de nuestra Independencia de España y contra el imperio del Brasil. Siempre sus fuerzas fueron extremadamente inferiores a las de sus adversarios.

El triunfo naval del 17 de mayo de 1814 frente a las costas de Montevideo trajo aparejada la caída de dicha ciudad en poder de las fuerzas patriotas, hecho que se produjo el 23 de junio de 1814. Según el Gral. Don José de San Martín la victoria de Brown en aguas de aquella plaza era «lo más importante hecho por la revolución americana hasta el momento».

 

 

Terminada la campaña de 1814 emprendió Brown con la fragata Hércules una campaña de corso por aguas de Chile, Perú, Ecuador y Colombia, que se inició a fines de 1815 y abarcó hasta mediados de 1816. Llevó las ideas de libertad de la Revolución de Mayo hasta aquellas regiones y fue precursor de la gesta libertadora que llevaría a cabo San Martín.

Fue vencedor en Martín García, Montevideo, Quilmes, Juncal, Costa Brava, Los Pozos.

Según el historiador José Pugliese: “actuó como marino mercante en nuestro Riachuelo, y para reparar y acondicionar sus naves creó la Vuelta de Rocha, La Maestranza y el Arsenal de Guerra, siendo el sustancial motivo para declarar lugar histórico a dicho tramo del Riachuelo”.

PRIMER ALMIRANTE IRLANDÉS NACIONALIZADO ARGENTINO

William Brown, nació en un pueblito costero llamado Foxford, en el Reino de Irlanda, (actual República de Irlanda) se supone un 22 de junio de 1777 en un hogar humilde y católico.  Fue el primer almirante irlandés nacionalizado argentino de la fuerza naval de la Argentina, tanto en la cronología como en el prestigio; consagró su vida al servicio de su patria de adopción por lo que es considerado el Padre de la Armada Argentina. Debido a las guerras en su patria natal, los registros regionales fueron quemados, motivo por el cual, no pudo conocer los nombres de pila de sus padres y su apellido materno.

La Revolución Francesa socavó los cimientos del sistema monárquico. En estos años convulsionados en toda Europa, William Brown se formó.

Desde 1791 en adelante su carrera se desarrolló en una permanente situación de guerra en el mar. En 1809 contrae nupcias con Elizabeth Chitty, de una arraigada y tradicionalista familia inglesa, se casan en Londres.  Por ese entonces, Guillermo Brown comandaba la fragata “Belmond” que efectuaba viajes comerciales al Río de la Plata.

A fines de 1810 junto con dos socios logra comprar un bergantín tomado a los franceses y lo rebautiza “Elisa” en homenaje a su primera hija nacida en Londres, la embarcación llega al Río de la Plata a mediados de 1811, en medio de feroz sudestada y naufraga en los bancos de arena de la costa de Buenos Aires.

 

 

LA CASA AMARILLA

En 1812, vistiendo como un criollo, (con poncho pampa como abrigo) y hablando un difuso español, el irlandés nacionalizado argentino Guillermo Brown compra un extenso terreno anegadizo, con bañados llenos de juncales al sacerdote José Ramón Grela, en Barracas. La zona era conocida entonces como “el bañado de Barracas” que se inundaba con cada sudestada.

En 1813, decide radicarse definitivamente en Buenos Aires, y manda a construir la casona donde se instaló con su familia, construida sobre la actual Avenida Martín García, entre las calles Ruy Díaz de Guzmán y Azara. La zona era campo abierto y comenzó a conocerse como “Casa Amarilla” por su color ocre. Tenía una extensión aproximada de 22 hectáreas.  Estaba delimitada por las actuales calles Av. Martín García, Av. Almirante Brown, Wenceslao Villafañe e Irala.

La residencia contaba con dos plantas, un pequeño pórtico soportado por columnas a los lados, un gran balcón en su parte superior y un pequeño “mirador” hacia el río de la Plata.

El frente de la propiedad tenía una verja de material combinada con rejas que la separaba de la calle de tierra y un camino blanco de conchillas que conducía a la importante entrada con pequeña escalinata, a ambos lados de ésta y sobre pedestales, había dos cañones de artillería, que según cuentan algunos historiadores, le fueron ganados a Garibaldi, por lo que también se la conocía como “La quinta de los cañones”.

Salía de su casa, tomaba el camino «nuevo» o avenida Almirante Brown y llegaba hasta el Arsenal de Marina, en la Vuelta de Rocha. Lo hacía a caballo y recorría la ribera del Riachuelo, donde estaban las barracas, llenas de cuero para exportar.

Después de la paz con el Brasil, el Almirante Brown, que nunca intervino en acciones de guerra civil, se dedicó al cuidado de su quinta, pero el bloqueo anglo-francés lo puso de nuevo al frente de la Escuadra. Brown cultivaba verduras y frutales y lo hacía personalmente.

Cuando su adversario de la guerra contra el imperio del Brasil, el Almirante Joao Pascoe Grenfell, lo visitó, se extrañó verlo emplearse en tan humildes menesteres y le expresó lo mal que pagaban las repúblicas a sus abnegados servidores. Entonces Brown le contestó: “No me pesa haber sido útil a la patria de mis hijos, considero superfluos los honores y las riquezas, cuando bastan seis pies de tierra para descansar de tantas fatigas y dolores…”.

Falleció en su casa el 3 de marzo de 1857.

En la actual avenida Martín García 584, se encuentra el Banco Ciudad de Buenos Aires. Una placa de Bronce frente al edificio lo recuerda: “Aquí vivió y murió el almirante Guillermo Brown”.

En el año 1981 la Comisión Municipal de la Vivienda de la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, compró al Estado Nacional las tierras denominadas “Casa Amarilla”.

Cuando se cumplieron 206 años del nacimiento de este héroe de la patria, se construyó sobre la Av. Almirante Brown, en terrenos aledaños al lugar originario, una réplica de su casa. Se inauguró el 22 de junio de 1983.

 

 

SAN MARTÍN Y BROWN. HÉROES DE MAR Y TIERRA

Muchos extranjeros se acercaron a estas tierras a ofrecer sus espadas por la causa americana. Así, algunos pasaron a ocupar un sitio destacado en nuestra historia. Tal es el caso de Guillermo Brown, el irlandés creador de la Marina de Guerra.

San Martín, nuestro héroe máximo, vencedor de hombres y montañas, y Brown, héroe de mares y ríos, muestran muchos aspectos comunes. Aspectos propios no sólo de quienes están compenetrados de una misma causa, a la que defienden en distintos teatros de operaciones.

Ambos emprenden la carrera de las armas, en mar y tierra, a los once años de edad, para verse luego arrastrados en las guerras napoleónicas. San Martín combatiría a las órdenes de los más importantes generales españoles y el marino Brown lo haría en aquellos años de la armada del Almirante Nelson uno de los héroes navales de todos los tiempos. Las vicisitudes de las guerras y las cambiantes alianzas políticas los llevarían a estar enfrentados en la batalla naval de San Vicente. Aquellos enemigos de un momento serían después grandes gestores de nuestra libertad.

Ambos, desconocidos en las tierras del Plata, vienen a luchar por su independencia. El primero, retornando a la patria que había dejado siendo un niño. El segundo, siguiendo su ideal; y lejos ya de la Irlanda natal, encontraría una patria adoptiva de la que no se separaría más.

Son hombres sencillos y austeros, alejados de la gloria personal y de los reconocimientos, dan muestras de renunciamiento y desprecio a los homenajes. Hombres que vuelcan sus conocimientos en la creación de dos grandes maquinarias bélicas encargadas de llevar la libertad: el Ejército de los Andes y la Marina de Guerra. Y en estas obras demuestran todo su genio creador en pos de una causa, la independencia, cualidad fundamental para el desarrollo de los pueblos.

 

 

  • Directora Periódico Conexión 2000 – Conductora Conexión en el aire FM 90.7 Flores 
  • La Señal Medios
  • La frase del título está señalizada en el palo de la “25 de mayo”, nave insignia del héroe independentista, antes del combate de Los Pozos.

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